miércoles, 6 de abril de 2011

Los Niños y mi Práctica Cotidiana


Un niño es un ser fuerte, libre, rico, potente, desde que nace. Es una persona compleja, que establece relaciones y que influye en todo lo que pasa en su entorno. Un niño expresa mediante cien lenguajes sus ganas de relacionarse, de moverse, de explorar el mundo que le rodea... que utiliza todos sus sentidos para descubrir y conocer. Los niños no “SON “ buenos, malos, tímidos, violentos, impulsivos . Actúan sus emociones, transformándolas en modos de comportamiento Un niño es un apasionado que tiene la necesidad de dar sentido a todo lo que hace. Mi visión respecto de la infancia me lleva a acompañar, a sostener y contener a los niños en su crecimiento sin apresuramiento, dándoles absoluta libertad creadora en el marco de un terreno respetuoso, con límites claros y precisos. Creo que es fundamental “darles la palabra” a los niños. Para esto, ellos necesitan sentirse seguros, en un terreno confiable con voces e interlocutores que no juzguen ni manipulen sus sentimientos. En mi práctica cotidiana me propongo día a día colaborar con los niños en el entramado de una narración propia, ayudándolos a encontrar y dar sentido a aquello que ha dejado una impronta que no ha podido ser ligada aún La integración, la historización hace que pueda existir el pasado y entonces así algun futuro sea posible. El respeto por el niño como sujeto, preparado y predispuesto a actuar y pensar activamente así como el valor de la actividad autónoma, son para mi principios fundamentales en mi quehacer cotidiano. "Tenemos aquí, pequeños y grandes que buscan el placer de jugar, trabajar, hablar, pensar e inventar juntos. Para poder conocer y comprender como es y como podría ser el mundo, para vivirlo cuanto más intensamente mejor y, si puede ser, con alegría."

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